Escritos y lecturas

A comienzos del mes de junio, el país se encontraba dividido en un peligroso nivel de sectarismo y polarización por su preferencia política, alrededor de dos posturas lideradas por los candidatos Uribe y Santos; cuya expresión trascendió al ámbito ideológico de la extrema derecha representada por el primero y una postura de centro predicada por el segundo a quien el candidato Uribe intentó mostrar como un izquierdista, comunista, amigo del castro-chavismo y de las FARC, mediante su ya conocida estrategia, de crear y difundir “ficciones” en la opinión. Tres semanas después Colombia es otra cosa. Como nunca antes el país está unido por un deseo colectivo. 45 millones de personas sin importar su condición social, económica, política, racial, o religiosa anhelan el triunfo de Colombia ante Brasil. La alegría, el entusiasmo, la esperanza, la fe, han poseído la mente y el corazón de todos los colombianos, y esto se debe a un grupo de jóvenes: David Ospina, James, Cuadrado