La verdad no he podido reponerme de semejante batacazo. Me despierto en la mañana pensando que lo del domingo en la noche fue una pesadilla. Pero a poco, me doy cuenta de que la pesadilla es la realidad; sucedió lo increíble, Colombia dijo NO al Acuerdo político para desarmar y desmovilizar a las FARC-EP. Pudo más la resistencia al cambio, pudo más el deseo de venganza, pudo más el miedo. Pudo más la palabra de Uribe, líder mesiánico alienado por su obsesión de poder, que una salida negociada al conflicto, que la reconciliación de los colombianos y la construcción de un país más equitativo e incluyente. Y qué difícil aceptar esta apabullante realidad, estuvimos tan cerca... Sentí la paz en mis manos, experimenté su calor, disfruté su presencia, percibí su aroma y creí vivir en una país distinto cuando el lunes en Cartagena, en la firma del Acuerdo Final, compartí una fiesta de inclusión con representantes de todas las edades, clases sociales y económicas del país: indíg
Este blog consigna mis escritos sobre coyuntura política, transformación de conflictos y construcción de paz. Su historial de artículos deja ver los hechos más determinantes en la continuidad y evolución del proceso de paz llevado a cabo por el Presidente Santos con la guerrilla de las FARC-EP, por considerarlo un punto de quibre en la historia del país, y uno de los hechos socio-políticos más relevantes del siglo XXI.